Unos dos mil habitantes del Altiplano beben agua potable contaminada con arsénico

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Unos dos mil habitantes del Altiplano beben agua potable contaminada con arsénico

Monitoreos de la autoridad sanitaria arrojan concentraciones superiores a 0,01 mg por litro, el máximo permitido por la norma nacional. Se activó un plan de contingencia.

Niveles de arsénico en el agua potable superiores a 0,01 mg por litro de agua, que corresponde al máximo permitido por la normativa nacional, están bebiendo casi dos mil personas que habitan en 14 apartadas localidades altiplánicas de la Región de Arica y Parinacota.

El problema fue detectado luego de diagnósticos a la calidad del agua que realizó personal de la seremi de Salud de Arica desde 2014 en esa zona del extremo norte del país.

La autoridad sanitaria informó que las localidades, ubicadas desde los tres mil metros de altitud, son ocho en la comuna de General Lagos, donde Visviri es el principal poblado. A lo anterior se suman seis poblados en la vecina Putre.

«No es una fuente de contaminación externa. Tenemos aguas subterráneas en contacto con volcanes», explica Roberto Lau, gobernador de Parinacota.

El Ministerio del Interior, a través de fondos de emergencia, destinó $86 millones a esa provincia para que se adopten medidas paliativas, como la compra de agua envasada que se entregará directamente a habitantes de la zona, además del reparto de bidones con agua, con capacidad para 20 litros, en diversos poblados.

«Eso se mantendrá durante seis meses, que es el plazo nos dimos para evaluar la situación. Aquí una solución de largo plazo es la habilitación de APR (sistemas de abastecimiento de agua potable rural), que incluirán una planta de abatimiento o de tratamiento», añade Lau.

En esta zona, el Ministerio de Obras Públicas, a través de la Dirección de Obras Hidráulicas, impulsa dos proyectos de redes de agua potable rural, que serán ejecutados durante este año. Uno de ellos en Visviri, junto a la bifrontera con Perú y Bolivia, por más de $700 millones, y el segundo se ubicará 126 kilómetros al este, en Putre, con una inversión de alrededor de $1.000 millones.

Mientras tanto, los habitantes del Altiplano esperan que las medidas se concreten a corto plazo. «Es muy importante saber lo que estamos tomando. No sé si para mí, a estas alturas, pero sí para nuestros hijos y la juventud, el agua debe ser de calidad», señala Francisco Manzano.

CAPTACIÓN
El agua que se consume en la zona es captada desde vertientes cordilleranas y ríos que están en contacto con áreas volcánicas.

Fuente: El Mercurio