Riego asociativo la nueva apuesta rural en la Región de Aysén

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Riego asociativo la nueva apuesta rural en la Región de Aysén

Riego AysenEn el sector de Mano Negra ha sido inaugurado un proyecto destinado a pequeños agricultores. La inversión bordea los 90 millones de pesos, un diez por ciento de ellos aportados por la propia comunidad. Se estima que una superficie puede llegar a duplicar su producción, luego de incorporar el riego en ella.

En el sector de Mano Negra, a unos 35 kilómetros de Coyhaique, las precipitaciones bordean los mil milímetros anuales, sin embargo, al igual que en toda la Región de Aysén, el riego es hoy una prioridad de la gestión productiva.

Así lo comprendieron siete familias que formaron la Comunidad de Aguas Mano Negra e inauguraron este sábado el primer proyecto asociativo para el riego de 20 hectáreas de praderas destinadas a la ganadería, en una ceremonia encabezada por la gobernadora provincial (s), Gabriela Retamal, secretario regional ministerial de Agricultura, Horacio Velásquez, directores regionales de la Dirección General de Aguas, Giovanna Gómez, e INDAP, Marcelo Hernández, y el presidente de la Comunidad, Reinaldo Bilbao Millán, junto a otros invitados.

“Yo creo que esto va a traer una enorme posibilidad de mejoramiento a los usuarios de este proyecto, porque vamos a aumentar la cantidad de pasto para talaje y vamos a poder hacer otras cosas con el agua, porque el agua es algo tan importante. Ojalá la gente entendiera que sin agua nadie viviría”, afirmó el dirigente.

Tras la obtención de los derechos de agua por parte de la Dirección General de Aguas y con apoyo de la Dirección de Obras Hidráulicas, el proyecto fue aprobado por la Ley 18.450 de Fomento al Riego y Drenaje, que administra el Ministerio de Agricultura a través de la Comisión Nacional de Riego y complementado por INDAP con el Fondo Rotatorio, Bono Legal de Aguas y Programas de Riego Asociativo y Riego Intrapredial.

De este modo se establecieron sistemas de riego en los predios de Reinaldo Bilbao, Julio Sepúlveda, Hugo Lagos, Segundo Pezo, Ester Salas, Clotilde Figueroa y Augusto Valdés.

“Conseguir primero los derechos de agua, visualizar esa necesidad, de contar con los derechos para asegurar un funcionamiento y un tema de necesidad de los campos, porque como va cambiando el tema climático, la necesidad de agua por sistemas artificiales va siendo más necesaria y eso se visualizó desde el principio”, afirmó Augusto Valdés.

GESTIÓN DEL RECURSO HÍDRICO

Para el gobierno, la gestión del recurso hídrico requiere acciones de largo plazo, por lo cual el Plan Especial de Desarrollo de Zonas Extremas contempla 1.572 millones de pesos para inversiones en riego y asesoría al regante, señaló Horacio Velásquez.

“Y es uno de los objetivos que también tenemos como Ministerio de Agricultura en la región, de dar solución hídrica a los valles productivos que tienen déficit hídrico. Hemos puesto énfasis en esa área y hemos levantado proyectos de riego para hacer conducciones, bocatomas, microembalses, piscinas de decantación con conducción y riego intrapredial”, afirmó.

El proyecto funciona gravitacionalmente sin necesidad de energía externa, considerando la construcción de una bocatoma, desarenador, sistema de conducción, siete marcos partidores y equipos de aspersión móvil, mediante una inversión que bordea los 90 millones de pesos, un 10 por ciento aportado por los agricultores, que tienen ahora un sustento jurídico y un moderno sistema de riego, que vuelve más eficientes sus predios y solventes sus inversiones, dijo Marcelo Hernández.

“El tema del riego y del abordaje de lo que es el cambio climático, la seguridad alimentaria no solo de las personas sino que también del ganado, es una prioridad para el Estado chileno y en particular para el gobierno de la Presidenta Bachelet. Es una sumatoria de instrumentos de fomento y de acciones para concretar estas obras en los pequeños agricultores y con ello mejorar la productividad y la competitividad de la pequeña agricultura”, destacó.

Si consideramos  un incremento de 200 fardos de pasto por hectárea, por efecto del riego, en 20 hectáreas se obtienen cuatro mil fardos anuales, avaluados en doce millones de pesos, en menos de ocho años la inversión estará recuperada.

Fuente: Surlink