Contaminación del Río Choapa por minera Los Pelambres

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En la cuenca del río Choapa, Región de Coquimbo, existe un sin número de conflictos ambientales entre las comunidades locales y las empresas mineras existentes en la zona. Éstas han provocado graves impactos sobre el medio ambiente y principalmente sobre el recurso hídrico.

El agua es una evidente limitante para las actividades productivas en la Región de Coquimbo, y frente a ello tanto el gobierno como la población han señalado que el Estado debe construir embalses con el objeto de priorizar la agricultura y la producción de alimentos.

Adicionalmente a la escasez hídrica, se han intensificado durante los últimos años los conflictos por contaminación de las aguas provocados por la actividad minera. Una de las grandes empresas mineras ubicadas en la cuenca del río Choapa es Minera Los Pelambres, la cual ha generado un sin número de impactos ambientales a consecuencia de la extracción y los procesos mineros que desarrolla en la zona. Dicha empresa ha provocado en un periodo relativamente breve una serie de incidentes, generando graves daños en la cuenca del río Choapa, además de grave contaminación ambiental del agua, aire y suelo de la zona.

La Dirección Regional de CONAMA ha registrado, entre agosto de 2008 a febrero 2009, 11 incidentes operacionales relacionados con actividades de Minera Los Pelambres (MLP), la mayoría de ellos ocurrió en las instalaciones industriales ubicadas en la comuna de Salamanca, y dos de ellos ocurrieron en la comuna de Illapel (sectores de Los Loros y Cavilolén). Once de estos delitos ambientales fueron sancionados por la COREMA de la Región de Coquimbo, con una multa 2.551 UTM (82,5 millones de pesos) el pasado 28 de septiembre del 2009 por derrames ocurridos en el segundo semestre del 2008 (Ver cuadro).

Choapa

 

Otro incidente registrado en la zona (no incluido en el recuadro), fue el derrame de 13 mil litros de concentrado de cobre que cayeron directamente al río Choapa el primero de agosto de 2009. Éste se debió a una falla en las piezas del sistema de tubería auxiliar de Minera Los Pelambres. La anomalía se produjo en el kilómetro 37, sector El Llano el Dima, frente a Llimpo en las cercanías de la localidad de Panguecillo en la comuna de Salamanca, y a sólo 1500 metros de la Asociación de Agua Potable Rural Panguecillo, en la ladera sur del río Choapa.

Según explica la compañía del Grupo Luksic, ante el derrame, se procedió «a activar el plan de contingencia para este tipo de casos y se descartaron problemas en el sistema principal de conducción de concentrados». Pero la población, tras el incidente, se manifestó cortando caminos y exigiendo la presencia del intendente de la zona, Ricardo Cifuentes en el lugar.

Tras el derrame, el director de la COREMA de Coquimbo, Leonardo Gros, manifestó que «hay mucha molestia de los vecinos, sobre todo de los afectados porque han tenido que modificar el riego normal de cultivos y retirar material contaminante”.

Entre los impactos de los derrames de concentrado de cobre sobre los diversos afluentes del río Choapa, las aguas han resultado contaminadas con altas concentraciones de diversos metales pesados, altamente perjudiciales para la salud humana y de otros seres vivos. A consecuencia de esto, varias veces ha debido suspenderse el suministro de agua potable de la ciudad de Salamanca por varios días. Por otro lado, también se suma el riesgo de la contaminación de los canales y de los pozos del sector, los que son utilizados como fuente de regadío por los agricultores de la zona.

El Doctor Andrei N. Tchernitchin, médico endocrinólogo y toxicólogo de la Universidad de Chile, co-autor del estudio “Metales en cursos de agua después del derrame tóxico de relaves de Mina Pelambres”, realizado por dicha Universidad y el Centro Nacional de Medioambiente (CENMA), ha expuesto que existen contaminantes detectados en aguas superficiales contaminadas por relaves, entre ellos Dióxido de Azufre; Sulfatos; Molibdeno; Cobre; Níquel; Arsénico; Cadmio y Mercurio, presente en algunos yacimientos de obtención de oro y generalmente de cobre.

Otro problema derivado de los relaves tóxicos son las sustancias químicas que contaminan las napas; la lixiviación de los componentes sólidos de relaves (después del cierre de la actividad minera); los derrames accidentales; el uso de químicos contaminantes en los procesos y los polvos después de la etapa de cierre.

La exposición a estos metales pesados tiene efectos diferidos de acuerdo al tiempo de exposición, los que pueden ser agudos, crónicos o perinatales. Los metales tóxicos en relaves mineros causan efectos adversos sobre la salud, algunos de ellos fatales como mutaciones, cáncer, malformaciones fetales, imprinting, etc., y otros que persisten de por vida. Entre éstos, mortalidad por cáncer, bronquiectasias o infartos del miocardio en el caso del arsénico, síndrome tipo Parkinson, demencia por manganeso y deficiencia intelectual por diversos metales pesados. Estos mismos tóxicos afectan también la fauna y flora de ambientes contaminados por ellos.

Con respecto al último derrame protagonizado por Minera Los Pelambres, la Universidad de Chile realizó un estudio para detectar la presencia y concentración de elementos tóxicos provenientes del vertido de relave en cursos de agua afectados, incluyendo napas subterráneas (agua de pozo destinada a consumo humano) y agua potable en comunas afectadas. En dicha investigación se tomaron muestras de agua y de sedimento desde el mismo lugar de la mina, y en tramos del río Cuncumén y del río Choapa hasta su desembocadura a lo largo de aproximadamente 140 km, atravesando las comunas de Salamanca, Illapel y Canela. También se investigó agua de pozos y agua potable de poblaciones afectadas.

El resultado de la investigación muestra altos niveles de metales tóxicos encontrados, de los cuales debe mencionarse arsénico, manganeso, selenio y hierro en agua potable de poblaciones afectadas. Los investigadores resaltan la importancia de establecer una vigilancia ante este tipo de desastre ecológico y la urgente adopción de medidas, actualmente inexistentes, de prevención y de mitigación en el caso de ocurrir accidentes.

Además de los incidentes ya descritos, Minera Los Pelambres también ha sido señalada como la culpable de intervenir y destruir glaciares rocosos, formaciones de gran importancia en la zona, ya que es una región con escasos recursos hídricos, y parte de las reservas de agua de la zona residen justamente en los glaciares que destruye la actividad minera de Pelambres. La destrucción de los glaciares rocosos por parte de la empresa ha sido por remoción de hielo, depositación de roca estéril sobre ellos, así como también por la construcción de caminos. Entre 2000 y 2006 Minera Los Pelambres (MLP) ha afectado reservorios permanentes de agua fosilizada equivalentes a un máximo de 2,84 millones de metros cúbicos de agua; pérdida que según los estudios de la Universidad de Waterloo, fue producida por intervenciones «no anunciadas por ninguno de los estudios ambientales presentados a la autoridad entre 1997 y 2004».

Los resultados de estos informes12 fueron obtenidos en base al estudio de fotos satelitales tomadas por diversas fuentes en 1997, 2000 y 2006, donde identificaron que, de los 15 glaciares de roca existentes en el entorno a la mina, cuatro «han desaparecido casi completamente por el avance de botaderos de material estéril», y otros dos «sólo han sido intervenidos por la construcción de caminos», degradando en total un área de entre 0,11 y 0,14 kilómetros cuadrados de glaciares rocosos compuestos por entre 40% y 60% de hielo.

El estudio de la Universidad de Waterloo consigna que Minera Los Pelambres no anunció la intervención de estos poco estudiados glaciares, aun cuando «conocían de su existencia», debido a que durante 1998 se encargó a la consultora Geoestudios «la identificación y evaluación del conjunto de glaciares rocosos» en dicha área de la Región de Coquimbo. El informe clarifica que «Por causa que desconocemos se omitió esta información en los posteriores estudios, por lo que, a nuestro entender, no cuentan con la aprobación de parte de autoridades ambientales y sectoriales».

Minera los Pelambres se defendió expresando que en 2002 un estudio elaborado por la consultora Dissam Securité «determinó que no existen glaciares de roca» en la zona aludida, «sino óvulos o lentes de hielo aislados que corresponden a antiguos depósitos de avalanchas», recursos que se encuentran «completamente aislados de la nieve invernal» y bajo constante monitoreo, afirma la empresa.

Los actores que se confrontan en este conflicto en la cuenca del río Choapa son: Minera Los Pelambres (MLP), empresa que pertenece en un 60% a Antofagasta Minerals, brazo minero del Grupo Luksic, y en un 40%, a un consorcio japonés integrado por Nippon LP Investment (25%) y MMLP Holding BV (15%), la cual mantiene actividades mineras en la zona, cuyos impactos, particularmente por la gran cantidad de incidentes y problemas de operación han afectado seriamente los recursos hídricos y la economía local.

Por parte de la comunidad, además de los asentamientos y poblados afectados, han destacado su participación de monitoreo y denuncia de las irregularidades de la empresa el Comité de Defensa del Valle de Chuchiñí (Ocas); la Organización Medioambiental de Salamanca (Acma); Acción Medioambiental Ciudadana de Illapel; Agrupación de Defensa del Valle de Chalinga; y la Red Provincial de Organizaciones Sociales y Ambientales del Choapa. Estas organizaciones locales han sido apoyadas por organizaciones de la iglesia y no gubernamentales, principalmente ecologistas de presencia nacional.

Finalmente, a nivel estatal las instituciones más directamente involucradas con las regulaciones y autorizaciones ambientales y sectoriales, así como su fiscalización, pero particularmente de apoyo a la empresa, se destacan la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA); la Comisión Regional del Medioambiente de la Región de Coquimbo (COREMA), la Intendencia de la Región de Coquimbo, y la Dirección General de Aguas.

Relación con el marco jurídico vigente.

La gestión, incidentes y eventos contaminantes de suelos y aguas provocados por los emprendimientos de Minera los Pelambres, contravienen diversas regulaciones del marco jurídico sanitario, ambiental y sectorial vigente en Chile. Entre ellas, la Constitución Política del Estado (Art 19, nº8) y la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente en su Artículo 1°, consagran el derecho a vivir en un medio libre de contaminación.

La Ley 19.300 establece los instrumentos de gestión para la protección del medio ambiente, la preservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental. Agrega en su letra b) la Conservación del Patrimonio Ambiental, definiendo como: el uso y aprovechamiento racionales, o la reparación, en su caso, de los componentes del medio ambiente, especialmente aquellos propios del país que sean únicos, escasos o representativos, con el objeto de asegurar su permanencia y su capacidad de regeneración. En consecuencia, las acciones de contaminación reiterada de tierras y aguas por parte de Minera Los Pelambres constituyen daños ambientales y afectan el principio constitucional.

En el ámbito sectorial, el D.F.L. Nº208, publicado en el Diario Oficial de 3 de agosto de 1953 señala: «Queda prohibido arrojar al mar, ríos y lagos, los residuos o lavados de las industrias agrícolas, fabriles o mineras que puedan ser nocivos a la vida de los peces o mariscos, sin que previamente hayan sido purificados o diluidos. En tal prohibición quedan comprendidos entre otros, el aserrín de la explotación maderera, los residuos fabriles y los relaves de los establecimientos mineros, los que tampoco podrán depositarse en lugares en que puedan ser arrastrados por el mar, ríos o lagos por el escurrimiento de las aguas» (Art 8). Esta normativa es explícita en cuanto a los ilícitos cometidos por la minera en la cuenca del río Choapa.

El derrame reiterado de relaves por parte de Pelambres, también contraviene el Decreto Ley Nº2.222 del 31 de mayo de 1978, Ley de Navegación, que en su artículo 142, inciso 1º, dispone que: «Se prohíbe absolutamente arrojar lastre, escombros o basuras y derramar petróleo o sus derivados o residuos, agua de relaves de minerales u otras materias nocivas o peligrosas, de cualquier especie, que ocasionen daños o perjuicios, en las aguas sometidas a la jurisdicción nacional, y en puertos, ríos y lagos».

También el Código Sanitario, en su artículo 73, es claro al señalar que se “prohíbe descargar las aguas servidas y los residuos industriales o mineros en ríos o lagunas o en cualquiera otra fuente o masa de agua que sirva para proporcionar agua potable a alguna población, para riego o para balneario, sin que antes se proceda a su depuración en la forma que señala en los reglamentos”. La contaminación provocada por Pelambres en los canales de regadío y pozos de extracción de agua potable en Panguecillo y Salamanca, implican graves violaciones al Código Sanitario.

En relación al “Proyecto Integral de Desarrollo” de Minera Los Pelambres, respecto de los plazos y/o tiempos en que dicha empresa debe dar aviso a las autoridades sobre incidentes operacionales, la Resolución de Calificación Ambiental Nº38/2004 establece:

– En el Considerando 26 de la RCA Nº38/2004, señala “que en relación con la identificación de efectos e impactos ambientales no previstos en el EIA, en sus Adenda o en la evaluación, el titular deberá asumir e implementar en forma inmediata las acciones o medidas necesarias para mitigarlos, repararlos o compensarlos, debiendo informar de aquello a la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región de Coquimbo, inmediatamente después de la detección de aquellos efectos o impactos”.

– En el Considerado 37 de la RCA N°38/2004, señala “que, en relación a la identificación de impactos ambientales no previstos en el proceso de evaluación ambiental del proyecto, el titular deberá informar a la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región de Coquimbo la ocurrencia de dichos impactos, asumiendo las acciones necesarias para mitigarlos, repararlos y/o compensarlos, según corresponda. La información a esta Comisión Regional del Medio Ambiente deberá efectuarse el primer día hábil siguiente de ocurridos el o los impactos ambientales”.

Aunque en general la comunicación de Minera Pelambres sobre los incidentes se ha realizado dentro del plazo de 24 horas; ocurrió una grave excepción en el caso del derrame de petróleo del 28 de noviembre de 2008, sobre el cual la empresa dio a conocer el vertimiento 3 días después de ocurrido el evento, poniendo en grave riesgo a la población.

Con respecto a los eventos protagonizados por Minera los Pelambres, ésta fue sancionada con 2.251 UTM (82,5 millones de pesos) por parte de la COREMA de la Región de Coquimbo por los cuatro incidentes ambientales protagonizados el segundo semestre de 200816.

Éstos corresponden a:

• 16 de agosto de 2008; cuando el río Cuncumén recibió aguas infiltradas desde el tranque de relaves Los Quillayes.

• 30 de agosto de 2008; cuando material proveniente de una piscina de emergencia del relaveducto contaminó el Estero Camisas.

• 28 de noviembre de 2008; cuando se derramaron 12 mil litros de petróleo en las instalaciones de la minera, en un área de generadores electrógenos.

• 15 de diciembre 2008; en que se produjo un vertimiento de aguas de proceso, desde el vertedero de seguridad del tranque de relaves El Mauro hasta el estero Pupío. Estos eventos, perjudicaron a agricultores de Salamanca, Illapel y Los Vilos.

Por último, ante un nuevo derrame de 13 mil litros de concentrado de cobre, protagonizado por minera Pelambres el 1 de agosto de 2009, la COREMA resolvió iniciar un proceso sancionatorio contra la minera. Sanción que aún está a la espera de saber en qué consistirá.

Posición y acción del Estado.

La acción del Estado de Chile en general ha sido débil y condescendiente con el sector minero. Con respecto a los 11 incidentes de contaminación provocados por Minera Los Pelambres, las autoridades se encuentran en conocimiento, pero no existe por parte del Estado una mano dura, ni un procedimiento institucional homogéneo y expedito a aplicar ante los ilícitos de la minera.

En cuanto al derrame ocurrido el 1 de agosto de 2009 (que corresponde al incidente número 12 provocado por la empresa) los vecinos reaccionaron, ante la irresponsabilidad de la minera y la ineficiencia del Estado a la hora de entablar responsabilidades y sus consecuencias. Según el concejal Pedro Chávez, «la empresa podría haber tenido una piscina que contuviera el concentrado y no que cayera al río directamente en el lugar donde ocurrió el derrame tóxico». Critíca duramente el actuar de las autoridades ante los derrames reiterados que ha protagonizado la minera, expresando que «no ha habido autoridades con los pantalones puestos para solucionar estos temas. Todos le bajan el perfil y llaman a ponerle paños fríos».

Con respecto a este ultimo derrame, las autoridades de gobierno aseguraron que «antes de tomar una posición clara sobre el nuevo incidente recabarían información, conversando con los afectados y visitando el lugar, para cuantificar la magnitud del daño y llevar a cabo el proceso sancionatorio correspondiente». Con respecto a la cantidad y persistencia de los derrames, el director de la COREMA aseguró que esto los tenía muy preocupados, por lo que planean mantener conversaciones con personeros del «más alto nivel» de la minera.

Sobre la destrucción de glaciares, provocada por Minera los Pelambres, la legislación es inexistente y la posición del Estado es débil. Minera Los Pelambres no es la única compañía minera investigada y cuestionada por los glaciólogos, entre ellos Brenning. Otros informes documentan la destrucción de un equivalente a más de 20 millones de metros cúbicos de agua en la cordillera central de Chile, provocada por faenas de la División Andina de Codelco y por Minera Los Bronces de Angloamerican.

Pero esta situación no es fácilmente abordable en el desarrollo y control de la actividad minera, porque no existe una legislación especial que proteja los glaciares en Chile, o que norme su manejo y conservación. Tampoco el Estado posee una herramienta específica, para exigir condiciones especiales de protección para los glaciares a la hora en que se evalúa ambientalmente los proyectos mineros. La autoridad no fiscaliza la intervención de proyectos mineros existentes sobre áreas de glaciares, y acogiendo las demandas del empresariado minero, se ha negado a patrocinar una Ley de Protección de Glaciares que está lista para su tramitación desde el año 2006 en el Senado.

Un ejemplo de la mano blanda del gobierno con respecto a Minera Los Pelambres es que dentro de los compromisos que tenia la empresa en el Estudio de Impacto Ambiental, la obligación establecida es descarga cero, es decir se comprometió a no verter al ambiente aguas que tengan componentes químicos. Ello debido a los impactos de carácter de irreparables que provocan tóxicos como los metales pesados en la población, cuyos impactos son acumulativos en el ser humano; y también permanecen y se propagan al ambiente a través de cursos de agua y canales de riego; contaminando a los animales que beben dichas aguas, y luego a los humanos que los consumen.

La reincidencia de derrames tóxicos, con contenido de metales pesados, por parte de Pelambres al rió Choapa y sus afluentes, han afectando toda la fauna terrestre y acuática. Ante esta situación el Estado ha sido pasivo y condescendiente con los intereses de Minera los Pelambres.

Posición, acción y propuestas de la comunidad.

Ante los múltiples impactos provocados desde el año 2000 por Minera Los Pelambres en el valle del Choapa, y la inacción del Estado, la ciudadanía inició un proceso de auto- organización creciente a través de toda la provincia. En conjunto con diversos sectores sociales tomaron la decisión de enfrentar las irresponsabilidades de la empresa por los daños provocados, y la acusan por la falta de compromisos con los derechos ambientales y sociales de la población, la cual se opone a que Minera Los Pelambres continúe la destrucción del patrimonio ambiental y cultural de la provincia.

Como parte de dicho proceso, en el año 2008 se constituyó la Red de Organizaciones Sociales de la Región de Coquimbo, con el objeto de poder articular estrategias de incidencia en los niveles gubernamentales. Esta red fue impulsada por la OCAS (Organización Ciudadana Ambiental de Salamanca) y apoyada por la Junta de Vigilancia del Río Choapa, la Agrupación de Defensa del Valle de Chalinga y otras organizaciones de base de la comuna de Salamanca. En la actualidad esta red agrupa a 6 organizaciones activas que se vinculan con más de 25 organizaciones de la Región de Coquimbo y algunas ONG´s a nivel nacional.

Esta articulación se funda bajo los principios de Democracia Participativa, Protección y Renacionalización de los Recursos Naturales, el respeto a los Derechos Humanos, el Libre Acceso a la Información, la Solidaridad ante los apremios políticos, económicos o de las grandes empresas.

Además de organizarse en diversas entidades para la defensa de su territorio después del ultimo derrame protagonizado por Minera Los Pelambres, las organizaciones ciudadanas han realizado un llamado a diversos personeros de gobierno para conformar una mesa de diálogo, con el fin de mostrar la situación a la que se han visto expuestos.

Ante los múltiples impactos ambientales, se ha producido una respuesta de solidaridad de las comunidades del Choapa: Panguecillo, La Higuerilla, Punta Nueva, Tranquilla, Cuncumén, Chillepín, Llimpo, Jorquera, Tahuinco, Colliguay, Caimanes, Valle Pupío, La Peste, Salamanca, Sindicato de Camaroneros del Río Choapa. Además de las organizaciones sociales de la provincia del Choapa que defienden la vida y los recursos naturales: Organización Ciudadana Ambiental de Salamanca, Agrupación de Defensa del Valle de Chalinga, Comité de Defensa Valle Chuchiñi, y Acción Ciudadana Medioambiental de Illapel (ACMA). Juntas conforman una Mesa de Trabajo, con el objeto de analizar y determinar los impactos ambientales y sociales, causados a las comunidades y a las aguas del Choapa.

Las demandas y propuestas formuladas por esta Mesa son:

– Dotar de capacidad resolutiva a la Mesa de Trabajo y a la comunidad en general, y no sólo a los dirigentes de las actuales instituciones que silencian los impactos ambientales.

– Cambio del Pozo del Agua Potable Rural (APR) de Panguecillo, y reemplazo total de la red afectada por la contaminación, a un sector seguro para la comunidad. Esto implica un nuevo estudio de ubicación de este pozo, gasto que deberá asumir el gobierno y la empresa Pelambres y no los usuarios del APR.

– Lavado y reparación de los canales de regadío 1, 2 y 3 de Panguesillo, afectados por el derrame de Minera Los Pelambres y fiscalización por los organismos competentes: Dirección de Obras Hidráulicas, Dirección General de Aguas, Junta de Vigilancia y comunidades de regantes del lugar.

– Monitoreo de las aguas para consumo humano y riego por el gobierno y entidades no gubernamentales, con una periodicidad de dos veces por semana. Estas entidades deben ser contratadas por las comunidades afectadas y en forma independiente, pero financiada íntegramente por Minera Los Pelambres.

– El Plan de Comunicación de Emergencia de Minera Los Pelambres, debe estar dirigido a la comunidad en general, como primer afectado, antes de ser conocido por CONAMA, debido a la poca coordinación y respuesta de ésta.

– Visita en terreno de COREMA, con participación de la comunidad, para evaluar los impactos ambientales.

– Reconocimiento social y público por parte de minera Los Pelambres a las autoridades locales, y de la contaminación ambiental que genera su proyecto.

– Indemnización por los daños ocasionados a los usuarios del Agua Potable Rural de Panguecillo y los canales de regadío por parte de Minera Los Pelambres, como responsable del daño.

La Minera Los Pelambres y el Gobierno aceptaron las propuestas de la comunidad, exceptuando los dos últimos puntos, los cuales se discutieron ampliamente en la Mesa de Trabajo hasta el día martes 4 de agosto de 2009, quedando de seguir en conversaciones al día siguiente, situación que no se concretó por abandono de las negociaciones por parte de la empresa Minera Los Pelambres. Con ello quedó claro que Minera Los Pelambres, no tiene voluntad de negociar soluciones preventivas, ni reparar los daños provocados a las comunidades afectadas.

El espíritu de las comunidades del Choapa, en su conjunto, levanta un precedente de unión frente a las necesidades de proteger sus recursos naturales y derechos sociales, vulnerados por esta empresa minera; una de las más relevantes del holding empresarial Luksic, y una de las mayores fortunas a nivel nacional. Estos hechos evidencian la necesidad de crear una herramienta de Planificación Ambiental del Territorio, como parte vinculante del marco jurídico normativo de la provincia del Choapa, y adecuado a las necesidades y realidades actuales de la zona.

Sin embargo, las experiencias y lecciones de las comunidades frente a estos impactos socio ambientales, y la indiferencia del Estado, requieren reformas institucionales y la formulación de políticas públicas que prevengan este tipo de impactos y aseguren la aplicación de sanciones ante estos hechos. También es urgente la conformación de un aparato público capacitado, con atribuciones, responsabilidades claras e independencia que les permita disciplinar a la actividad minera dentro del orden jurídico y evitar que su poder económico y gremial continúe destruyendo toda otra alternativa de desarrollo en las diversas cuencas y regiones a nivel nacional.

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