“Alckmin, ¿dónde está el agua?” Ese es el nombre de la manifestación en que la los asistentes corearon consignas contra el gobernador de la ciudad, Geraldo Alckmin, y llevaron carteles que se mofaban de la reelección del “tucano”, como se conoce en Brasil a los militantes del Partido de la Social Democracia Brasileña.
Entre 400 y 1.500 personas protestaron este sábado en Sao Paulo, la mayor urbe de Brasil, por la falta de agua y contra la supuesta inacción del gobernador regional, Geraldo Alckmin, reelegido el mes pasado, para combatir la mayor sequía sufrida por el estado más rico y poblado de Brasil.
Los manifestantes, cuatrocientos según la Policía Militar y 1.500 según la organización, se reunieron en la tarde de este sábado cerca de la avenida Brigadeiro Faria Lima, uno de los epicentros de negocios de la capital paulista, y llegaron hasta las puertas de la Sabesp, empresa de saneamiento básico del estado.
El acto “Alckmin, ¿dónde está el agua?” reunió, en un ambiente festivo, a integrantes de diversos movimientos sociales y grupos de izquierda, como las juventudes del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), así como a militantes de agrupaciones como Territorio Libre y Asamblea Nacional de Estudiantes-Libre (Anel).
Los manifestantes, en su mayoría jóvenes, corearon consignas contra el gobernador de Sao Paulo y llevaron carteles que se mofaban de la reelección del “tucano”, como se conoce en Brasil a los militantes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Alckmin fue reelegido el pasado 5 de octubre en la primera vuelta de las elecciones con el 57,47 % de los votos, manteniendo así para la oposición el mayor colegio electoral de Brasil, en el marco de una de las campañas más disputadas y radicalizadas en la historia del país.
Horas antes de que la lluvia se dejara ver en Sao Paulo, algunos de los manifestantes se mostraron incluso partidarios de la nacionalización de la Sabesp como única medida para paliar lo que, consideraron, una «mala gestión política» de la sequía que azota el sureste de Brasil.
«Queremos que el gobierno del estado se responsabilice por no haber invertido para que ahora tengamos agua, para que pudiéramos lidiar con esta sequía», aseguró a Efe el fotógrafo Diego Laist, uno de los participantes.
Sin embargo, la reivindicación no fue dirigida únicamente contra el gobierno regional, sino que también apuntó contra el Ejecutivo federal por no haber implantado medidas de prevención.
«También hemos venido a hablar de la responsabilidad del Gobierno federal que aprobó leyes que beneficiaron a la población rural y que causaron la desforestación de los manantiales», agregó Laist, quien insistió en la necesidad de «reforestar la Amazonía para que el agua no se evapore tan rápido».